
La llamada crisis del coronavirus empezó hace ya algo más de siete semanas. Desde entonces las Bolsas, que venían de tocar máximos históricos en Estados Unidos a finales de febrero, llegaron a caer más de un 30%, terminando el trimestre con pérdidas del 20% para el S&P y el Nikkei y del 26% para el Eurostoxx.
En un escenario como el actual, donde, a la incertidumbre acerca del volumen final de contagios, se suma la falta de visibilidad sobre las consecuencias de esta pandemia en la economía y en los beneficios de las empresas, se hace difícil tomar decisiones.
Sin embargo, nosotros seguimos teniendo preferencia por la renta variable frente a los bonos, porque pensamos que, en el medio y largo plazo, continúa siendo el activo que de verdad tiene capacidad para generar retornos atractivos y sostenibles.
No cabe duda de que esta pandemia está afectando de distinto modo a los diferentes sectores y que la vuelta a la “nueva normalidad” será también distinta por sectores, como ilustra el gráfico a continuación:

Alternativas para el corto, medio y largo plazo
Por eso es fundamental hacer bien los números a medio plazo, analizar los fundamentales, considerando introducir en nuestras carteras empresas sólidas, bien posicionadas, que ofrezcan bienes o servicios útiles a las personas, y cuyos gestores entiendan el nuevo escenario que se dibuja una vez pase la epidemia.
En el corto plazo pensamos que no se pueden descartar niveles inferiores en las bolsas, por lo que actualmente estamos optando por valores con perfil defensivo, que en la situación actual podrían comportarse comparativamente mejor. Una alternativa sería aquellos pertenecientes a sectores regulados y compañías con mayor flexibilidad para adaptarse al entorno actual (consumos básicos garantizados) y con posiciones financieras más conservadoras. También podemos considerar sectores defensivos como alimentación, farma, tecnología, telecos o eléctricas.
Como comentario final creo que es importante recordar que siempre es aconsejable tomar posiciones en el mercado de manera gradual, evitando decisiones drásticas. Y considerando, además, cómo el nuevo activo contribuye a un correcto asset allocation de nuestra cartera, bien ajustado a nuestro perfil de riesgo, necesidades de liquidez y objetivos de la inversión.
Llámanos y haremos un diagnóstico de tu patrimonio
No hay nada peor que actuar sin tener una idea precisa de cuál es la composición de nuestras carteras, o teniendo una percepción errónea sobre la calidad o el riesgo de los activos que tenemos o en los que deseamos invertir. El desconocimiento o el diagnóstico incorrecto nos crean una inseguridad adicional, que en momentos de fuertes caídas de los mercados nos suelen llevar a decisiones erróneas.
En estos momentos de alta incertidumbre, en Renta 4 Banco nos ofrecemos a hacer un diagnóstico de tus carteras y patrimonio, seas o no cliente y sin ningún tipo de coste ni compromiso.