¿Qué piensas cuando escuchas la palabra pensionista?

Es posible que veas a una persona anciana, con tiempo libre, que ha estado trabajando toda su vida y ahora vive de “las rentas” de su trabajo en el pasado.

Sin embargo, aunque este personaje estaría bien encuadrado en la imagen de pensionista, hablamos de un término mucho más complejo que abarca muchas más situaciones y personas. Hoy queremos dedicar nuestro blog a explicaros más detenidamente qué es una pensión y cuántos tipos de pensiones hay. Habrá mucha gente que pueda pensar que una pensión es el cobro de un “sueldo” mensual por no hacer nada. Sin embargo, esto sería simplificar mucho el concepto y lo que conlleva.

Las pensiones: una retribución de origen social

Esto significa que para poder cobrar una pensión, se tienen que dar unas circunstancias específicas. El término pensión nace para cubrir un derecho fundamental recogido en la Declaración Universal de Derechos Humanos:

“Toda persona tiene derecho […] a los seguros en caso de desempleo, enfermedad, invalidez, viudez, vejez u otros casos de pérdida de sus medios de subsistencia por circunstancias independientes de su voluntad”

Para poder entender de forma completa el término, debemos partir de una base, por lo que recurriremos a la Real Academia Española, que en una de sus acepciones se refiere a pensión por:

“Cantidad periódica, temporal o vitalicia, que la seguridad social paga por razón de jubilación, viudedad, orfandad o incapacidad.”         

Sabemos que las pensiones son unos ingresos temporales o vitalicios, pero… ¿de dónde se saca este dinero?  Es relativamente «fácil». Tú cobras tu nómina y una parte de ella va directa a construirte un futuro en el que no te falte el sustento. Sin embargo, existen tres tipos de sistemas de pensiones que se encargan de gestionar y otorgar las pensiones: el público, el privado y el mixto.

Sistemas de pensiones: público, privado y mixto

Servicio Público

En el caso concreto del Estado español, el sistema de pensiones se gestiona en base al principio de reparto, es decir, las cotizaciones de los trabajadores financian las prestaciones existentes en ese momento.

Servicio mixto

La unión de los dos modelos anteriores en la que el servicio público se encarga de cubrir las necesidades básicas mientras que el privado sirve de complemento para mantener una calidad de vida equiparable.

Servicio privado

En el caso del sector privado (entidades como Renta 4), el modus operandi cambia radicalmente. La organización que se encargue del plan de pensiones tendrá como objetivo sacarle la máxima rentabilidad a nuestros ahorros.

Tipos de pensionistas

Por último, queremos volver a esas circunstancias que nos pueden hacer receptores de una pensión. Dependiendo de ellas, estaremos enmarcados en un tipo de pensión u otro. Los principales son:

Pensión por jubilación

Prestación económica vitalicia que se concede al trabajado cuando deja de trabajar a causa de una edad avanzada.

Pensión por invalidez

Prestación económica otorgada al trabajador cuando presenta reducciones anatómicas o funcionales que le impiden realizar sus labores de forma parcial o total.

Pensión de sobrevivencia

Prestación económica que percibe uno o varios beneficiarios de un afiliado que ha fallecido. Destacamos dos pensiones principales la pensión de viudedad y la pensión de orfandad.

Por tanto, el objetivo principal de todo tipo de pensión es asegurar a determinados individuos que no pueden permitirse un sustento por causas ajenas a ellos. Las pensiones son la forma que tenemos de asegurar nuestro futuro, una inversión a largo plazo que debe estar siempre presente en nuestros planes de ahorros.