

Tercera semana de la crisis del coronavirus
Esta semana, la elevada incertidumbre sobre el impacto real de la crisis del coronavirus ha llevado a los mercados europeos a registrar sus mayores caídas diarias históricas, y sitúan a los índices en mínimos de 2012. Así, hemos visto cómo el Euro Stoxx se dejaba un -20% y el Ibex –21% en la semana, la segunda peor semana de la historia para la bolsa española. El comportamiento ha sido similar en Estados Unidos, donde el S&P se ha dejado en la semana –16%. Esto ha llevado a los inversores a la búsqueda de refugio, y aunque el oro ha cedido –8% (asociado a venta por parte de inversores en búsqueda de liquidez tras activación de margin calls), las TIRes de Alemania y Estados Unidos alcanzaron mínimos históricos (-0,86% y 0,38% respectivamente), cerrando en la semana en –0,69% y 0,88%, respectivamente en sus referencias a 10 años.
Estos históricos descensos en los mercados de renta variable se han producido ante el anuncio de estrictas medidas preventivas, principalmente de movilidad, por el coronavirus en un gran número de países tras la clasificación por parte de la OMS como pandemia global. Se incrementa la probabilidad de una recesión global en 2020 pese al anuncio de importantes estímulos fiscales y monetarios que tratan de mitigar el impacto.
Entre las medidas anunciadas esta semana destacan en el plano monetario: la bajada de tipos de 50 puntos básicos por parte del Banco de Inglaterra, las inyecciones de liquidez al sistema bancario y el anuncio de compras de activos por 120.000 millones de euros adicionales hasta final de año por parte del BCE, la inyección de 500.000 millones de yenes por parte del Banco de Japón, y 1,5 billones de dólares por parte de la Fed, bajada de tipos en Corea y Noruega.
La CNMV ha anunciado la prohibición de realizar ventas en corto durante la jornada de hoy sobre todas las acciones “líquidas” que perdieron más de un 10% de su valor en la sesión de ayer y sobre todas las acciones “ilíquidas” cuya caída fue superior al 20%. Esta decisión afecta a 69 valores (para más información pinche aquí).
Para combatir los momentos de mayor volatilidad y los mercados bajistas, en Renta 4 te recomendamos analizar tu cartera y actuar reflexivamente antes de rebalancearla, pero actuar con decisión para controlar el riesgo según tus objetivos a medio plazo. Te recordamos que en Renta 4 Banco estamos a tu disposición para evaluar tus inversiones y controlar los riesgos, y especialmente en los momentos de incertidumbre.
Juan Carlos Ureta, presidente de Renta 4 Banco, reconoce que a nivel económico, la crisis del coronavirus va a dejar una huella duradera, pero no será irreversible: «La economía tiene la capacidad de recuperarse, aunque todo indica que va a ser un tiempo relativamente largo». Además, recuerda la importancia de la prevención y de no tomar decisiones precipitadas, siempre contando con la ayuda de un asesor: «Lo más importante de la inversión es que es un proceso que se va haciendo a lo largo del tiempo. No se debe invertir ni desinvertir de golpe. Ni en esta situación de crisis, ni nunca».
A continuación, recogemos el último artículo de Jesús Sánchez-Quiñones, director general de Renta 4 Banco, publicado en Expansión.
El hombre no es todopoderoso
El hombre no es todopoderoso. Esta es la primera conclusión de la situación actual. Aunque alguien crea que todas las variables y todos los riesgos están bajo control, siempre existe la posibilidad de que acontezca un hecho imprevisible que desbarate todos sus planes y cálculos.
Al comenzar este año nadie preveía que el mayor riesgo para la economía mundial (y sobre todo la salud de las personas) fuera un virus desconocido hasta entonces. El desconocimiento de la duración de la pandemia y, ante la incertidumbre de la magnitud del impacto económico sobre la economía mundial, los inversores han pulsado el botón de pánico.
Las medidas adoptadas este jueves por el BCE quedan lejos de emular el «whatever it takes« de Draghi en 2012. Desde luego se esperaba mucho más. Con decisiones como la del Gobierno italiano de «congelar» la economía durante, en principio, quince días, no basta con aumentar la liquidez a los bancos e incrementar el volumen de compras de activos en el mercado. Si la situación se prolonga más de esos quince días, escenario muy factible, la gran mayoría de las pequeñas, medianas empresas y autónomos necesitarán una ayuda que va mucho más allá del mero aplazamiento de impuestos o de seguros sociales. Sin ingresos difícilmente podrán pagar las nóminas a sus empleados, las facturas a sus proveedores y los créditos a los bancos. El aumento de los fallidos en el sistema bancario será notable. De ahí que en Italia se plantee incluso el aplazamiento del pago de las cuotas hipotecarias.
Con un mercado de renta fija como el actual, las empresas sin calificación crediticia de grado de inversión (BBB) y con vencimientos de bonos a corto plazo, difícilmente podrán emitir bonos para refinanciar dichos vencimientos, dando lugar a «defaults». La adopción de medidas como la extensión de los vencimientos de bonos durante un periodo determinado por causa de fuerza mayor aliviaría en parte la inevitable tensión del mercado de bonos corporativos con menor calidad crediticia (High Yield).
Hong Kong, hace menos de un mes, fue el primer Gobierno en aprobar medidas de inyección de dinero directa a personas físicas y empresas (el famoso helicóptero monetario). En Europa, una medida de este tipo no podría ser adoptada exclusivamente por Italia. Supondría un aumento considerable de su deuda pública que, en los momentos actuales, sólo compraría el BCE. Por lo tanto, sólo un acuerdo de toda la Unión Europea, saltándose todas las normas fiscales vigentes hasta la fecha, y en coordinación con el BCE podría permitir este tipo de decisiones.
En 2008, tras la quiebra de Lehman, se adoptaron medidas impensables antes de dicho evento, como la inversión en capital en los 19 principales bancos del país por parte del Tesoro americano y el inicio de programas de compra de activos (QE). En esta ocasión es de esperar que los distintos gobiernos europeos actúen de forma rápida, coordinada y en conjunción con el BCE.
Cuantos más países acaben adoptando las medidas implementadas por Italia de congelación de la actividad económica en aras de contener la expansión de la pandemia, más probabilidad existe de llegar a un megaplan de salvamento de la economía europea, que hoy parece una quimera. El gran adversario es el tiempo. No se puede pretender paralizar la economía durante un periodo indeterminado de tiempo y que las consecuencias no lleguen a ser devastadoras.
Dicho lo anterior, numerosas empresas cotizadas han sobrevivido incluso a guerras mundiales. El desenlace final de la pandemia nadie lo conoce. Incluso en el mejor escenario los daños para la economía serán evidentes. Aun así, las caídas tan perpendiculares como la actual tienen su límite. Como en 2008, se requiere una actuación contundente para revertir la situación, pero todo tiene un precio, las acciones y los bonos también. Ahora, como en 2008, el pánico acaba generando oportunidades a largo plazo, previo sufrimiento y claudicación de muchos inversores.
Habla con un experto
En Renta 4 Banco sabemos lo importante que es la información en momentos de tanta volatilidad. Siendo fieles a una filosofía slow finance es importante actuar reflexivamente pero con decisión para controlar el riesgo según tus objetivos a medio plazo. Habla con tu asesor para que te ayude a determinar la forma más apropiada de actuar.
Te recordamos que en Renta 4 Banco estamos a tu disposición para evaluar tus inversiones y controlar los riesgos, y especialmente en los momentos de incertidumbre.