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Perfiles de menor a mayor confianza en la renta variable

Inversor conservador
Este perfil se asemeja al de la amiga que los fines de semana prefiere quedarse en casa, un bol de palomitas y se traga en una noche la nueva serie de estreno de Netflix. De vez en cuando consigues convencerla para que salga de fiesta contigo y tus compañeros del trabajo, pero eso no suele ocurrir más de tres o cuatro veces al año.
Cuando hablamos de un inversor conservador, nos referimos a personas que buscan protección y estabilidad para su dinero. No confían en la renta variable y depositan la mayor parte de sus ahorros en renta fija o depósitos. A su pesar, y conscientes de que la renta fija no puede batir a la inflación, pueden llegar a destinar entre un 15% y un 20% de su dinero a renta variable que le ofrezcan algo más de rentabilidad a cambio de un riesgo limitado.

Inversor moderado
Este perfil se relaciona con ese amigo que tiene un futuro prometedor en su empresa. Eso no le impide que se pegue unas buenas vacaciones todos los años, o se dé un capricho, pero siempre sin quitarle el ojo a su cuenta bancaria y asegurándose de no gastar más de la cuenta.
Los inversores moderados son el perfil más equilibrado de entre los tipos de inversor. Sí, la estabilidad es una de sus señas de identidad, pero también buscan sacarle partido a sus ahorros y no les importa exponerse al riesgo en un medio plazo. Destinan entre un 20% y un 60% en instrumentos de renta variable y se exponen a rentabilidad negativa a corto plazo.

Inversor dinámico
Este perfil se parece a aquella amiga decidida e inconformista. Da igual que lleve años en un mismo puesto de trabajo y esté a gusto, si encuentra una oportunidad de mejorar, no dudará en cogerla. No le teme al riesgo, pero también actúa con cabeza y sin dejar que sus impulsos la dominen.
Los inversores dinámicos están familiarizados con la renta variable y su principal objetivo es sacarle partido a sus activos, pudiendo llegar a destinar hasta el 100% de sus activos a instrumentos de renta variable (aunque en este caso, estaríamos hablando del siguiente puesto en la escala). Por norma general un 60% de su ahorro se dirige a este tipo de productos financieros.

Inversor tolerante
El perfil de inversor arriesgado se corresponde con esa amiga que te pidió un salto en paracaídas por su cumpleaños, ese que se fue a Tailandia con la mochila y el pasaporte sin coger billete de vuelta, ese que dejó un trabajo con buen sueldo para perseguir su sueño abriendo un negocio que le apasiona.
Este tipo de inversor se entrega y conoce al dedillo el mercado de la renta variable. Su único objetivo es obtener el máximo rendimiento posible para sus ahorros, por lo que su aversión al riesgo es bastante baja. Este tipo de inversores suele dedicar la mayor parte de sus activos (si no la totalidad) a la renta variable, entre el 60% y el 100% y espera la rentabilidad a largo plazo.
Antes de tirarte a la piscina, asegúrate de tener unos manguitos
